sábado, 28 de septiembre de 2013

Las chuches ¿Pueden causar trastornos en el comportamiento?

Un reciente estudio de la universidad inglesa de Southampton ha descubierto que siete de los aditivos más comunes en los productos alimenticios perjudican la inteligencia de los niños, siendo en muchas ocasiones los causantes de su hiperactividad y de sus rabietas. Ante esta situación, ya se han tomado medidas en Reino Unido para prohibir estas sustancias. ¿Deberíamos hacer lo mismo en España? ¿Existe protección contra los aditivos de los alimentos que consumimos?

¿Qué son los aditivos?

Los aditivos son sustancias añadidas a los alimentos o medicamentos para mejorar la conservación, el gusto o el aspecto. Para Eduard Baladia, miembro del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la AED-N (Asociación Española de Dietistas- Nutricionistas), su aparición viene motivada porque “desde hace algunas décadas, nuestro estilo de vida y forma de alimentación está pidiendo a la industria alimentaria el uso de los aditivos, esto es, queremos alimentos más baratos, que sepan mejor, que sean agradables a la vista y que además duren más tiempo dentro o fuera de la nevera”.



Se clasifican en varios tipos según su finalidad:


- Colorantes: El más representativo es la tartracina (E-102), colorante sintético, azoico, que proporciona un color amarillo. Se encuentra en conservas, quesos, repostería, golosinas, zumos, salsas preparadas y en los recubrimientos de algunas medicinas. Existen otros colorantes de características parecidas: amarillo naranja (E110), rojo de cochinilla (E-124), eritrosina (E-127), amaranto (E-123), azul patente (E-131), azorrubina (E122).


- Conservadores: Evitan el deterioro de los alimentos manteniendo inalterables sus características, frente a acciones microbiológicas no deseables. Los más importantes son: anhídrido sulfuroso (E-220), sulfitos y metasulfitos (E-221, E-222, E-223, E-224, E-225, E-226, E-227). Se encuentran fundamentalmente en vinos, cervezas, sidra, vinagre, conservas vegetales, frutos secos envasados y marisco. 


Ácido benzoico (E-210), benzoatos e hidroxibenzoatos (E-211, E-212, E-213, E-214, E-215, E-216, E-217, E-218, E-219). Se encuentran en bebidas refrescantes, zumos, repostería, conservas vegetales, mermeladas, salsas, crustáceos y caviar. 


Nitritos y nitratos (E-249, E-250, E-251, E-255). Pueden encontrarse en los embutidos, pescado y derivados lácticos.


- Antioxidantes: Evitan que las grasas y aceites se vuelvan rancios. Hay que destacar: galato de propilo (E-310), galato de octilo (E-311) y galato de dodecilo (E-312). 


- Reforzadores de aroma y sabor: Sustancias que potencian el gusto de los alimentos donde se añadan. Se encuentran principalmente en productos deshidratados, congelados o conservados por calor.


http://www.todopapas.com/ninos/alimentacion-infantil/las-chuches-pueden-causar-trastornos-en-el-
comportamiento-973

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