jueves, 7 de marzo de 2013

Alice Herz-Sommer





Alice Herz-Sommer tiene 108 años y es una auténtica sobreviviente. Su personalidad fascinante ofrece extraordinarias lecciones a un mundo en donde las vidas de millones de personas han sido tocadas por el pesimismo, el odio y la desesperanza. Alice es una mujer que tiene la maravillosa capacidad de transformar lo negativo en positivo, el odio en generosidad, la tristeza en alegría, la música en un canto de libertad y amor.
Para ella "el mundo es maravilloso, lleno de belleza y repleto de milagros. Nuestro cerebro, la memoria (…) y qué decir del arte y la música… Es un milagro”. Alice es la  sobreviviente de más edad del holocausto, de ese infierno que cubrió de oscuridad el corazón del ser humano, pero que también lo alumbro decompasión y actos heroicos. Su optimismo, supasión por la música y la fe en ser humano le han permitido llevar una existencia productiva, y todo estoa pesar de los horrores que ha soportado, pues ciertamente ella ha vivido las más terribles experiencias que cualquier optimista pudiera soportar y ha sabidosalir victoriosa.
Sobrevivir
Particularmente la música le ayudo a sobrevivir de los nazis, en ese tiempo de guerra que para millones de personas su mundo se convirtió en un permanente infierno, en un personal holocausto.
Todos los días toca el piano y entretiene a sus amigos y ha aprendido a observar lo bueno de las personas. Es sencillamente una persona optimista.
Años atrás aún nadaba todos los días. Su rutinadiariaincluye tocar el piano 3 horas a partir de las 10 dela mañana.  Siendo una pianista virtuosa no puede creer la suerte que tiene para seguir tocando a su edad y teniendo su memoria intacta; de hecho, empieza con  Bach antes de pasar Schubert y Beethoven, y aún tiene la posibilidad de tocar dos veces al mes haciendo un trío con un violinista y una chelista. 
Toda su familia ha muerto, pero según ella ha sobrevivido y es feliz graciasa su  temperamento optimista y  a su diaria disciplina. Una larga vida 
Alice nació en Praga en1903,  en el seno de una familia de descendencia judía con gran sentido  musical; de hecho su madre fue amiga de infancia del compositor GustavoMahler. 
Alice aprendió a tocar piano desde muy pequeña,  cuando cumplió 21 años debutó como solista en la orquesta filarmónica Checa, después de haber sido alumna de un pupilo de  of Liszt: ConradAnsorge.
En 1931,  se caso con Leopoldo, también músico, quien hablaba 5 idiomas,vivían felices y el futuro de la familia se avizoraba promisorio, pero su vida cambió cuando los nazis invadieron Checoslovaquia en marzo de 1939 y establecieron las más inhumanas restricciones a los judíos como lo fue, entre otras,  el tener que portar en sus atuendos la estrella de David como símbolo de pertenecer a una raza inferior. 
Para los judíos nada estaba permitido, de hecho –cuenta Alicia-  “tuvimos que deshacernos de todas nuestras pertenencias, así de pronto la pobreza y el hambre arribaron a nuestras vidas. No podían ni siquiera establecer conversación con sus amigos no judíos.”
¡Gran mentira!
En este tiempo las deportaciones iniciaron siendo su madre, de 72 años, la primera de la familia en ser llevada a los campos de concentración, después  en el verano del 43, le toco el turno a Alicia, a su hijo de 6 años y a su esposo Leopoldo. 
La vida en el campo era sombría y mandaba mensajes de la crueldad alemana, por eso los nazis montaron un falso escenario en donde privilegiaron el arte y esplendor de la música para hacer creer al mundo, a través delos observadores e inspectores de la cruz roja,  que las condiciones de los judíos eran adecuadas, que se respetaba su dignidad humana. Por tanto, organizaron orquestas para ofrecer recitales. 
Alice fue seleccionada como pianista ofreciendo numerosos conciertos, a una audiencia enferma y desesperanzada, situación que, paradójicamente, a pesar de la terrible hambre que padecían y de no tener las fuerzas para tocar,salvo la vida de su familia.
Meses antes de la eminente derrota nazi, su familia fue enviada a otro campo de exterminio, allí fue separada de su marido a quien jamás volvió a ver.
Inédita generosidad
A pesar del infierno ella pudo distinguir la bondad en algunos nazis como es el caso de uno llamado Hermman – según recuerda Alicia – que le regalo unos panecillos y comentó antes de ser enviados a los campos: “Espero que regrese con su familia. No sé que decirle. Disfrutamos su música”, para ella este nazi fue el más humano de todos. Dice Alice: “cuando conoces la historia – guerras y guerras y guerras – sabes que las nacemos mitad buenos y mitad malos, y existen situaciones cuando aflora lo malos y situaciones cuando sale lo bueno”.
Fuerza particular
En una ocasión le preguntaron a Alice  si acaso tenía un don particular  a lo que contestó: “yo tenía una hermana gemela – misma madre, mismo padre, misma educación – ella era extremadamente dotada, pero terriblemente pesimista, yo era lo contario. Esta es la razón por la cual he llegado a esta edad. Busco por las cosas agradables de la vida. Sé de las cosas negativas, pero yo veo las positivas.” Y esto fue también lo que hizo para sobrevivir a los nazis.
“Yo nunca hablé del holocausto porque no quería que mi hijo creciera con odio, porque el odio genera más odio. Y fui exitosa. Mi hijo tuvo excelentes amigos alemanes con quien tocaba música y lo apreciaban. Yo nunca, nunca odie a nadie” (…) “entiendo que cuando se vive una situación terrible se necesita esperanza”. 
Seguir aprendiendo
Su hijo, un excelente chelista  que murió en el 2001 a la edad de 65 años, la llevó  a vivir a Inglaterra hace más de 20 años, en donde hace poco se inscribió en la Universidad de la tercera Edad, en la cual estudia historia , filosofía e historia del judaísmo (actualmente se encuentra en receso por un problema de la espalda). Ante la muerte de su hijo Alice encontró cobijo en el piano y en el trabajo del cual dice: “amo trabajar, el trabajo es el mejor invento. El mejor.Tocar el piano es aún una disciplina. Te hace feliz contar con algo. Lo peor es el aburrimiento. El aburrimiento es peligroso”. La vida es hermosa
A sus 108 años expresa: “la vida es hermosa, extremadamente hermosa. Cuando eres viejo esto lo aprecias más. Cuando eres viejo piensas, recuerdas, te importa y aprecias. Eres agradecido por todo. Por todo”.
De alguna manera los logros de Alice en la música, la literatura y la filosofía han permitido a esta extraordinaria mujer comprender y perdonar las atrocidades de la humanidad. Su pasión por la vida y el amor por sus semejantes le brindan vitalidad a su existencia y la sabiduría de celebrar continuamente el esplendor del espíritu humano.
Alice ama a las personas, a cada una de ellas,  le interesa saber de sus vidas. Hoy ya no tiene  a su familia, pero si a sus amigos, a su música, por eso se siente que es una de las personas más afortunadas del mundo, por eso sigue compartiendo sus experiencias, su historia,  con aquellas personas que desean conocer su vida, con aquellas que están dispuestas a aprender que es mediante el optimismo, la esperanza y la conversión del odio en amor, como se puede transformar cualquier infierno vivido en un edén.

Carlos Gutiérrez Aguilar

Fuentes:

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