Hacerlo TODO

En muchas ocasiones pienso que no puedo hacer todo lo que quiero.
Tengo una discusión interna, un debate entre si puedo o no puedo hacer algo.
Cuando empiezas a llenarte la cabeza de "cosas" que quieres hacer, y sin empezar a hacer ninguna empiezas a buscar y buscar al final sólo veo una montaña, un conjunto enorme que imagino que no puedo abarcar.

Entonces es cuando pienso, no puedo, es demasiado.
Justo en ese momento me digo, pero que estoy diciendo, claro que puedo.

De un momento a otro saldo de mi lado más pesimista a mi lado más optimista.

Es bueno tener unos objetivos, una lista. Pero no hay que frustrarse si no lo completas todo. Es simplemente una guía, una ruta, un camino, pero no hay porque seguir siempre la misma ruta y de vez en cuando es bueno mirar atrás, repasar tus pasos y volver a tomar una decisión, sobretodo si te sientes perdido porque es entonces cuando tu mente te indica que tal vez ya no piensas igual que cuando diste el primer paso, en esa ruta sin fin, con un rumbo variable, que cada vez que te paras y reflexionas, tal vez, seguirá un rumbo distinto.

No hace falta pensar: no hay tiempo. Ni creerte que tu solo puedes con todo. Simplemente, no intentes ver la montaña, si no simplemente la primera piedra, entonces después de la calma, llegará la tormenta; ¿Cual será la primera piedra?

Inténtalo, toma una decisión, pues cada decisión marcará tu siguiente paso en la história y estas te han hecho como eres hoy, ahora.

Con perspectiva y organización todo se puede, pero poco a poco, no intentes abrazar la montaña.
Piedra por piedra, mímala y luego bien puedes dejarla en su sitio o moverla hacia otro lado y verás que piedra a piedra, las montañas también pueden moverse.

Así que no te rindas, sí se puede hacerlo "todo". Pero no a la vez.

Tal vez quieras hacer algo ahora que decidiste que harías hace 10 anyos, pero lo importante es el momento, ¿sigues deseando hacerlo? No importa el tiempo que haya pasado, lo importante es disfrutarlo.

Y recuerda actualizarte constantemente.